La institución de los zapadores-bomberos no es nueva en Granada, como pudiera creerse al leer el primer artículo del reglamento orgánico (Julio de 1871); por el contrario, esta capital puede gloriarse de haber sido la primera de España que los ha organizado. Nacida en medio de la alegría patriótica que produjo en los españoles el restablecimiento del sistema constitucional el año 1820, contó desde luego con algunas bombas y útiles, cuya importancia se había debido a la iniciativa de D. José M. Ruiz Pérez, el cual durante una larga emigración en que tuvo su residencia en Paris, pudo convencerse de los relevantes servicios que ese material y el cuerpo de zapadores prestaba a la propiedad urbana y a la comunidad.
El Ayuntamiento que había costeado las máquinas y útiles, nombró en 21 de Marzo del año citado a Don Francisco Javier Moreno comisionado para cuidar de su conservación y de que estuviesen preparados para cualquier siniestro, pues sin duda el material era ya usado y necesitaba entonces reparaciones urgentes sin las cuales hubiera quedado inútil; pero bien pronto a instancia de algunos albañiles, canteros y fontaneros y de peticiones particulares que a esa se acumularon, la corporación municipal se ocupó de la formación de un cuerpo que desde 1º de Enero de 1821 se decidió formarse una compañía de la milicia Nacional Local con el nombre de zapadores, y que se compuso de un capitán que lo fue el citado Ruiz Pérez, dos tenientes, dos subtenientes, un sargento primero, cinco segundos, seis cabos primeros y seis segundos, formando con los individuos un total de 160 hombres, de los cuales 87 eran albañiles, 45 carpinteros y 28 fontaneros.
En 20 de Febrero de ese mismo año fue aprobado el primer reglamento conocido, propuesto por el capitán del cuerpo a la sazón síndico del Ayuntamiento, y en Marzo siguiente se extendieron los nombramientos, quedando definitivamente organizado y formado la cuarta compañía de su batallón, pues aunque el objeto de la creación no fue otro que el propio de su instituto, los bomberos entusiastas patriotas quisieron formar en la Milicia, se costearon sus uniformes y armamento, y en el siguiente año 1822 habían formado ya tres compañías de zapadores bomberos urbanos, de las cuales dos con las denominaciones de granaderos y cazadores, y la ya mencionada cuyo capitán era D. Francisco Villanueva, que con las demás fue disuelta al año siguiente.
Desde su creación en 1821 hasta la disolución en 1823, el servicio de este benemérito Cuerpo se confundió con el de la Milicia nacional, de que formaba parte; pero todavía puede decirse que se distinguió entre otros, puesto que existen comunicaciones de las autoridades superiores que elogian su instrucción y disciplina, y mencionan varios incendios en los que su comportamiento fue brillante, entre ellos los tres siguientes: uno en 19 de Abril de 1822, en la Placeta de los Lobos, por el que merecieron gracias de la primera autoridad de la provincia; otro en la calle de Los Molinos el 18 del mismo mes, y el tercero el 10 de Marzo del expresado año, que tuvo origen en una casa al lado de una botica en la que existían en gran cantidad materiales combustibles, a las que se comunicó el fuego, que fue dominado por los bomberos bajo la dirección de su capitán Ruiz Pérez, y en el que según informó el Ayuntamiento salvaron con su arrojo una parte considerable de la población, por lo que se les dio las gracias de Real Orden...
"Manual Práctico del Zapador Bombero". Granada. 1872
Transcrito por Gárgoling
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