Se sigue produciendo un problema de fondo en cuanto a la organización y estructura de este Servicio. Este es el caso de los protocolos que se han puesto en vigor para la intervención en los accidentes de tráfico. Hace ya bastante tiempo, algo más de un año, ya dirigí un escrito en esta línea y no se ha tenido en cuenta ni se ha hecho nada por cambiar la manera en como tratar los asuntos que buscan la equiparación y normalización de la organización y tácticas en las intervenciones. En su momento propuse y ahora reitero de nuevo que es conveniente que la formación que se da en el servicio se adapte a las categorías y funciones del personal. No se puede meter a todo el personal: Sargentos, cabos, bomberos y conductores en el mismo aula y dar lo mismo para todos. Esto solo sirve para engañar a las estadísticas y poco tiene que ver con el fin que se persigue si se contara con una correcta programación de los contenidos que se deben seguir en la formación del personal de este Servicio Contra Incendios. Y digo esto al hilo de los problemas que está generando el adaptar el protocolo de accidente de tráfico en la brigada que dirijo, ya que ni yo mismo estoy convencido de su contenido. Entiendo que la modificación de las tácticas a seguir en una intervención donde el responsable de la misma en última instancia soy yo, debería haber propiciado la convocatoria de unas jornadas de trabajo con los mandos del Servicio donde se hubiera analizado, probado y adaptado los nuevos contenidos de los procedimientos y tareas que se han de realizar en una intervención para una vez realizado y conseguido la mayor unificación de criterios entre los mandos responsables se hubiera procedido a la formación de los bomberos y conductores en las tareas que deben desarrollar en una intervención de accidente de tráfico.
Incorporar un protocolo sin consenso ni posibilidad de debate entre los responsables de las intervenciones sobre su contenido solo puede producir su inaplicabilidad y olvido y como consecuencia de ello es que cada turno se siga organizando según el saber, entender del responsable así como de la dinámica, iniciativa y capacidad de trabajo de su personal integrante.
Por tanto propongo que dentro de las horas dedicadas a la formación anual dentro del servicio se convoquen unas jornadas dedicadas al estudio, debate y puesta en marcha de los nuevos protocolos de tráfico. Que el documento elaborado por el grupo de rescate en accidentes de tráfico sirva como base y planteamiento del protocolo definitivo que se vaya a aplicar y una vez realizado y ya que se ha dado la formación a las brigadas lo practiquen y lo aplique en cada turno de guardia los mandos responsables.
Esto debería ser la práctica habitual para cualquier cuestión que a nivel organizativo se quiera imponer en el servicio, de manera que haya la oportunidad de análisis y contradicción que toda norma nueva salga con el objetivo de homogeneizar y normalizar las condiciones y procedimientos de trabajo en este Servicio. Esto ya lo hago extensivo para el próximo curso que la semana que viene se va a realizar para los trabajos en incendios.
J. Simón
